sábado, 8 de marzo de 2014

Endless Road



 -Car... Carlos... -la tenue voz de Laura, pese a no pasar de los cuarenta decibelios, activó todas las alertas en el cerebro de Carlos, que se despertó de inmediato y saltó de la incómoda silla de hospital para arrodillarse frente al lecho de la chica y sostener su mano entre las suyas.

-¿Qué tienes, Laura? ¿Llamo a la enfermera? Le pediré que te doble la dosis de...

-No, no... Ya da igual. Ayer oí al médico. No estaba dormida, ¿sabes? Era sólo que... No tenía fuerzas para abrir los ojos. Y le oí. Oí lo que os decía -la chica se esforzó para poder pronunciar correctamente las palabras, para darle forma y voz a sus pensamientos.

-No... No, Laura, no es definitivo, hay posibilidades de que te recuperes, no... -Carlos sintió que le fallaba la voz a medida que se iba dando cuenta de lo que implicaba lo que Laura estaba diciendo. Ya da igual... Era una frase dicha por alguien que sabía que tenía los días contados y se resignaba a ello. Laura Sandoval, aquella chica de la que se había enamorado hacía ya dos años y medio, aquella chica que le había enseñado que la vida valía la pena vivirla, aquella chica que le había abierto los ojos, aquella chica se estaba muriendo, relegada a una triste camilla de hospital con las sábanas azules y cantidad de aparatos que, a ojos del chico, eran absurdamente innecesarios si no lograban salvar la vida de su novia.

-Carlos... No llores por mí -le pidió la joven en voz baja, secándole las lágrimas mientras los sollozos convulsionaban la espalda de éste-. ¿Recuerdas la... letra de aquella canción? Life is just a station in the way... But our existence is an endless road... You and I, an eternal love.

Carlos cantó con ella aquel verso de aquella preciosa canción, sintiendo que le costaba respirar. La vida es tan sólo una parada en el camino... Pero nuestra existencia es un viaje sin fin... Nosotros, un amor eterno.

-Voy a pedir que me desconecten -susurró Laura cuando acabaron de cantar. Carlos apoyó su frente contra la de ella y le dio un suave beso en los labios. No podía, no quería dejarla ir. Pero, si realmente la amaba, no sería capaz de prolongar su sufrimiento. Hacía tiempo ya que sus pulmones no eran capaces de mantenerla viva, y llevaba ya meses postrada en aquella habitación. Él no se había separado de ella en ningún momento, pero ahora... Ahora llegaba el adiós definitivo. Carlos sintió un vacío en el etómago, y lloró en silencio la pérdida que, pese a no haberse producido aún, ya sentía muy real.

-Laura.... Te amo. Aun si estamos separados, aun si tú te vas a un lugar donde yo no puedo alcanzarte, espérame. Espérame -el chico apretó los labios, y pulsó el botón del interfono.

Cuando entró la enfermera, Carlos abrazó por última vez a la joven, muy fuerte. Se levantó de la silla que no abandonaba desde hacía tanto tiempo y salió del habitáculo sin mirar atrós. No quería verlo. Cerró la puerta al salir.

A su espalda, un pitido uniforme le indicó que ya estaba hecho. No pudo evitarlo.

Se derrumbó y comenzó a llorar.

***

Once años más tarde, un joven médico salía del hospital tras acabar su turno. En lugar de ir directo a su casa, se desvió hacia las afueras, y compró una única rosa blanca a aquella mendiga a la que empezó a frecuentar hacía once años, cada viernes. Con cuidado, empujó la verja metálica y entró en el cementerio. Se arrodilló frente a la tumba de Laura para depositar la flor, y limpió con los dedos la inscripción, mientras la leía en voz baja.

-Aquí yace Laura Sandoval, fallecida el 12 de enero de 2012. Siempre permanecerá en la memoria de sus familiares y amigos. Descanse en paz.

Y, después, cantó en voz baja la letra de aquella canción que no había olvidado todavía, ni olvidaría jamás. Our existence is an endless road... You and I, an eternal love...

-Espérame, Laura... Te juro que volveré a tu lado. Espérame, amor. Espérame.



Este es un microrrelato que escribí para un concurso de prosa hace poquito, y quería compartirlo con vosotros. No sé si al leerlo sin haberlo escrito se siente uno de otra forma, pero a mí me acompleja bastante leerlo, porque me da la sensación de que está horrible y es muy cursi. ¿A nadie más le parece pasteloso? Besos :)

1 comentario:

  1. Me parece que está muy bien escrito, aunque pude encontrar algún error levísimo de puntuación, pero no supone ningún problema :)
    Me ha gustado mucho (insete carita de absolita felicidad aquí), enhorabuena!
    ASDIASDJHDSFGSDFIWBFDS! Es una cucada! :D -yo soy muy melosa, así que me ha gustado bastante!
    Abraciños :D

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